
La jueza Iris Yassmín Barrios Aguilar fue nombrada jueza en 1996, a través de la primera oposición de jueces de sentencia. Inició su carrera como jueza en el Tribunal Tercero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, y en la actualidad preside el Tribunal de Mayor Riesgo A, del que ha formado parte los últimos 13 años.
En sus años como jueza ha juzgado casos muy importantes, como el caso del asesinato del Obispo Juan Gerardi; que provocó que fuera atacada con granadas de fragmentación en su casa. También el caso las Dos Erres; en donde asesinaron a 251 personas durante el Conflicto Armado Interno, el caso de genocidio en donde se condenó a Efraín Ríos Montt, el de esclavitud sexual de 15 mujeres en Sepur Zarco, el caso de los diputados salvadoreños del Parlacen que fueron asesinados en territorio guatemalteco, el de los Zetas, y recientemente el de las mujeres Achí que sufrieron violencia sexual y esclavitud doméstica en Rabinal, Baja Verapaz, entre otros.
Cuando empezó a ejercer como jueza había pocas mujeres en el sistema judicial, en cambio ahora hay más mujeres innovando el sistema de justicia de Guatemala.
“Siempre he pensado que las juezas y jueces debemos ser líderes dentro de la comunidad, dentro del medio social y el ambiente en que nos movemos, y que, con nuestro trabajo, a través de las resoluciones judiciales podemos contribuir a resolver problemas de tipo jurídico, económico y también social”, resalta.
La jueza destaca que en la actualidad el país está en una crisis de carácter social, económica y política, y el sistema de justicia también atraviesa dificultades, por lo que es importante trabajar para fortalecerlo y alcanzar los valores que se tenían antes. Y considera que cuando se emite una sentencia ajustada a derecho y se respetan las garantías constitucionales, se fortalece el sistema de justicia y la democracia de un pueblo.
“Tenemos que cuidar la democracia como una plantita, para que siga creciendo, floreciendo y se vaya desarrollando de la mejor forma, no la podemos descuidar, porque si se descuida viene el caos, la inseguridad y violencia”, puntualiza.