
PLUMA INVITADA
Por Mayra Leiva Tezó
Administradora de Empresas. Responsable del componente de Empresarialidad y Comercialización Comunitaria desde el sub programa de Regionalización de ASERJUS.
Nuestra experiencia microempresarial se fundamenta en la convicción de que otra economía es posible. ASERJUS cuenta con una propuesta organizativa para posicionarnos hacia una economía basada en la protección de la vida. Esta propuesta nos orienta a trabajar y acompañar a las comunidades considerándolas protagonistas de sus sueños, sean estos de índole social, cultural, política o económica. Tenemos una apuesta institucional que concibe a la comunidad como un colectivo con derechos y capacidades, como protagonista para desplegar sus planes de vida, por lo que la economía comunitaria y la soberanía alimentaria son pilares irrenunciables de nuestro trabajo.
Construir y defender la soberanía alimentaria implica tener capacidades prácticas y estratégicas que permitan, por un lado, ordenar el territorio para garantizar la satisfacción digna de nuestras necesidades de vida, en lo individual y lo colectivo y, por otro lado, generar ciudadanía liberadora para garantizar procesos de largo aliento que remonten grandes nudos estructurales, como la desigualdad entre mujeres y hombres, el racismo, y un capitalismo que mata la vida natural, entre otros.
Nuestro concepto de economía comunitaria se aplica para recuperar valores éticos que desafíen la creciente degradación de la vida y la deshumanización promovidas por la civilización dominante. Por eso planteamos que la economía comunitaria no es un enfoque, sino una forma de vida, una articulación de relaciones colectivas para vivir con bienestar y armonía.
Lo mejor de nuestra experiencia es que estimulamos nuevas formas de pensar y de vivir en los territorios y con las comunidades, construyendo capacidades para la autogestión y la autodeterminación. En el centro de nuestra experiencia crece nuestro aprendizaje para articular la economía comunitaria con los derechos colectivos de los pueblos indígenas y, en particular, con el pueblo Maya.
Estamos ayudando a resolver los problemas derivados de la mercantilización de la naturaleza. Adecuamos y articulamos diferentes técnicas y métodos para escalar las diferentes fases de las cadenas económicas: extracción, producción, transformación, comercialización y consumo. Es nuestro compromiso asegurarnos que, en los territorios que acompañamos, los trabajos de extracción o uso de los bienes naturales sean sostenibles, enfaticen el beneficio colectivo y no descuiden la defensa del territorio.
En la dimensión de la producción impulsamos actividades que se sustentan en la agroecología, en la búsqueda de la soberanía alimentaria y en la ciudadanía económica y organizada de las comunidades. Las rutas hacia la transformación de los bienes que estamos produciendo se basan en promover la asociatividad y en revalorar los saberes ancestrales, los aportes artesanales y semi-industriales, sin que ello implique que allí nos queremos quedar.
Colocamos en el centro la formación de nuevas capacidades para cada una de estas dimensiones, a modo de ir escalando en cada una de ellas con mucha fuerza colectiva y habilitando intercambios, rutas de comercialización y circuitos solidarios desde lo local, con justicia; estimulando también la organización de la población consumidora; porque consideramos estratégico hacer transformaciones hacia un consumo responsable, solidario e informado.
Ahora acompañamos alrededor de 15 emprendimientos colectivos solidarios, localizados en varios municipios de los departamentos de Quetzaltenango y Quiché, quienes operan para defender sus territorios de las lógicas de despojo y destrucción de ecosistemas, a la vez que potencian sus emprendimientos buscando circuitos de solidaridad territorial. Todos esos grupos han adquirido compromisos con sus comunidades y, a la inversa, las comunidades están comprometidas en dar reciprocidad a esos grupos. Son grupos que están construyendo pensamiento estratégico, que se ven a sí mismos como sujetos dinámicos dispuestos al cambio, posicionados en construir sus propios valores acerca de lo que significa ser una persona y un colectivo emprendedor. Con estas y estos productores ASERJUS despliega actividades de acompañamiento, entre las cuales señalamos:
☆ La formación política sobre economía comunitaria;
☆ Cursos de especialización técnica para la producción;
☆ Asesorías para la organización empresarial;
☆ Talleres para aumentar las capacidades administrativas;
☆ Talleres sobre empoderamiento económico de las mujeres;
☆ Formación para la elaboración de proyectos económicos e incidencia política;
☆ Asesorías para el cabildeo y la negociación con entidades públicas y privadas; y
☆ Generación de capacidades para elaboración de lienzos para el diseño de planes de negocios, según la metodología CANVA.
En todas estas actividades procuramos cumplir con el desafío de asegurar el empoderamiento económico de las mujeres, así como estimular la participación productiva de las juventudes. Y estos esfuerzos, que se resumen en la generación de nuevas capacidades, sostienen varias iniciativas microempresariales, tales como:
→ Pilones de hortalizas
→ Insumos agroecológicos (concentrados caseros, abonos, etc.)
→ Atoles vitaminados