
En Concepción Chiquirichapa, municipio de Quetzaltenango, un grupo de mujeres se organizó para implementar un huerto de plantas medicinales, del que se extraen y transforman plantas para producir jarabes, tinturas, jabones, pomadas e infusiones, que se venden bajo la marca Naturalmente.
María Sánchez Cabrera, una de las participantes, recuerda que hace unos tres años, técnicos de SERJUS empezaron a capacitarlas para aprender sobre las propiedades de las plantas. “Nos enseñaron a hacer la limpieza en el huerto y a cuidar las plantas. Empezamos a secarlas, a hacer tinturas, jabones y pomadas”, recuerda María.
María cuenta que todas empezaron a utilizar los productos, porque querían comprobar que sí servían, “después de tener a mi bebé se me manchó la cara, y utilicé un jabón que hicimos para el paño, y me quitó todas las manchas”, resalta.
Comparte que cuando empezó la pandemia de COVID-19 en Guatemala, ellas ya tenían más conocimiento sobre la forma en que podían utilizar varias plantas, y empezaron a preparar infusiones, que, gracias a los buenos resultados, siguieron vendiendo en sus comunidades.
“Me siento dichosa por haber aprendido, porque no todos conocen las funciones de las plantas, uno ignora lo importante que es tener este conocimiento, y prefiere comprar otras cosas en las farmacias. Es algo maravilloso porque funciona, y podemos tener una buena salud con esto”, puntualiza.
Las iniciativas que contribuyen al empoderamiento económico de las mujeres mayas, y al desarrollo sostenible de los bienes naturales, ayudan a contrarrestar las desigualdades estructurales y fortalecen el respeto hacia la población indígena y la naturaleza.